Zapatustra bajó de la montaña cantando, bailando y riendo. Cuando llegó a la ciudad encontró reunida a una gran muchedumbre a la que habló así:
Ciudadanos, se acercan elecciones, y ya estamos viendo que la tónica general va a ser enterrarnos bajo un montón de bulos y noticias falsas.
La derecha, con el descarado apoyo de los medios de comunicación, fomenta el odio hacia colectivos minoritarios y desprotegidos, como los inmigrantes, a los que hace culpables de todos los males que nos aquejan. pero como eso no basta, aprovecha el independentismo catalán para echarnos a pelear a catalanes con españoles y viceversa.
En este punto Zapatustra mostró al auditorio una moneda sosteniéndola entre los dedos de su mano izquierda, y dijo:
Esta es la derecha: En la "cruz" de la moneda tenemos a la derecha catalana convenciendo a amplios sectores de la gente que vive en ese territorio de la posibilidad y factibilidad de la independencia, mintiéndoles acerca de que tendrían apoyo internacional para su proyecto obligando a ceder al estado español y presentando tal independencia no sólo como la culminación del sentimiento identitario, sino como solución a todos los problemas sociales. La gente, en gran medida, apoya este desafío independentista al estado y entonces aparece la otra cara de la moneda.
En la "cara" aparece la derecha española, que agita el movimiento identitario o nacionalismo español. Movimmiento conservador, que no sólo afirma España, sino que conlleva una ideología "casi franquista", que ve en la bandera constitucional la bandera del franquismo, para hacernos retroceder decadas en derechos civiles y sociales
¿Diríais - continuó Zapatustra - que son enemigas las derechas caalana y española?
No las debéis concebir como dos trenes que chocan uno contra otro, sino, tal y como os enseño, como las dos caras de una moneda, una unidad diferenciada, como los polos norte y sur de un imán, polos que actúan conjuntamente para atraeros al abismo del atraso, el enfrentamiento y el sufrimiento.
Entre las dos agitan las profundas aguas de irracionalidad que duermen en el fondo del ser humano, provocan tempestades de miedo, ira, odio y todo tipo de fuertes sentimientos negativos, que esconden a los ojos de la gente las verdaderas fechorías de los asesinos de la solidaridad, de los destructores del estado del bienestar, de los corruptos que os han robado los recursos con que antaño cuidábais los unos de los otros, de los privatizadores compulsivos que con la excusa de la eficacia, ofrecerán servicios sólo al que los pague.
Entre las dos avivarán la llama de vuestro odio y de vuestro miedo, usando toneladas y toneladas de noticias falsas, insidiosas, venenosas, comentarios que destilan desprecio, para enfrentaros unos a otros.
Cabalgando sobre las mentiras y el odio pretenderán destruir todo lo bueno que habíais construido durante décadas.
Zapatustra tomó aire y con voz atronadora continuó:
No basta con que hagais oidos sordos a todas las mentiras con las que pretenden intoxicaros, también tenéis que hacer eficaces a las instituciones, para que éstas sirvan otra vez para que os ayudéis entre vosotros.
Dos son los enemigos que habréis de derrotar, que vuelven a ser una unidad diferenciada, las dos caras de una nefasta moneda.
Unos son los mercaderes y negociantes que ofrecen falsos servicios en nombre de las instituciones públicas para quedarse con el dinero de la gente y también los que manipulan impunemente precios, como las grandes eléctricas y petroleras, o que crean condiciones financieras insoportables, como bancos y especuladores de la bolsa.
Otros son los que se colocan en puestos de trabajo ficticios o semificticios en la administración pública, cuyas instituciones, en algunos casos emplean el 90% de su presupuesto en gastos de personal, de manera que no tienen recursos para que estas infladas plantillas hagan el trabajo que deberían.
Ambos son los reyes del clientelismo político, entramado de corrupción, chupópteros externos e internos, que se apropian del dinero de los impuestos y paralizan las acciones de la administración.
A estos dos enemigos deberéis vencer aplicando principios de trasparencia, de competencia y ventanilla única, de democracia directa. Cread una nueva política y transformadla en un arma letal contra vuestros enemigos, y haced resurgir y robustecer el estado del bienestar.
Lanzad al abismo todas las mentiras, todos los bulos con los que quieren desconcertaros,
Y ahora id, bailad, cantad y luchad por vuestros derechos y vuestro futuro, pues estais llamados a ser corderos que se comen a los lobos.
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