Feminismo, woke y posmoderno.
La conferenciante hace un análisis de la interrelación entre feminismo por un lado y por otro la corriente de pensamiento que arranca en el postestructuralismo francés de la segunda mitad del siglo XX, se transforma luego en postmodernismo y al final en wokismo y transactivismo, ya en abierta oposición al feminismo, cuyo nombre usurpan, cargándose al sujeto "mujer" y con ello a toda la lucha feminista, tal como antes los postmodernos habían hecho con las clases sociales y la lucha socioeconómica.
Es muy bonito el análisis que hace la autora de como esta corriente de pensamiento que desemboca en el wokismo y el transactivismo va evolucionando, y, después de destruir las categoría de "sexo" y "mujer" por ser construcciones sociales, y por ello, para ellos, fabricadas en el lenguaje, llega al identitarismo de género y al sexo sentido como último fundamento del ser humano, realidad básica e inmutable del ser humano.
Paralelamente narra la asunción por parte de esta corriente de pensamiento de la teoría crítica de la justicia social (antipunitivismo) y otras, y como asumen la práctica de la cancelación frente a otras teorías, con lo cual hay una cancelación de derechas ( la de siempre, prohibiciones, cooptación, privación de recursos, denuncias legales ... ) y otra de izquierdas ( la cancelación propiamente dicha, movilización de estudiantes para reventar actos, amenazas de activistas para impedir reuniones, charlas, amenazas a través del control de la academia a estudiantes, a profesionales por aplicación de las leyes trans, que tienen un componente de "ley mordaza") dando lugar a una auténtica cultura de la cancelación. (Por cierto, que todas estas prácticas que describe la autora están señaladas por el profesor Carlos Pérez como parte de la administración neoliberal del estado y de la sociedad, en "proposición de un marxismo hegeliano" y otros escritos y vídeos).
La autora habla del secuestro de la tercera ola del feminismo (finales del siglo pasado y principios de éste) por esta corriente posmoderna-woke-trans, tercera ola que empezó feminista y acabó posmodernawoketransactivista.
Sin embargo desde 2017 vivimos la cuarta ola, que es el "me too", que puso la denuncia de las violencias contra las mujeres, tanto las condenadas socialmente como las que se habían normalizado, en primer plano, atreviéndose por primera vez de manera masiva a mirar de frente a la violencia patriarcal: la "violencia doméstica", que se venía trabajando desde la etapa anterior (violencia de género), acoso sexual en la calle y en el trabajo, privación de oportunidades de desarrollo personal y laboral, opresión, techos de cristal, suelos pegajosos, pornografía, sistema prostitucional, negocios del sexo, vientres de alquiler, agresiones sexuales en la infancia, violencia sexual directa... y afrontarla denunciándola ante la justicia, en las redes sociales, en los medios de comunicación...
La autora acaba con una pregunta y una reflexión. La pregunta dice: ¿es el "me too" cultura de la cancelación, como lo es la cultura poswoketrans? Aunque la discute brevemente, la deja abierta.
La reflexión consiste en señalar que muchas feministas están criticando a "los malos" posmowoketrans refugiándose en una vuelta a la Ilustración, vale decir a Kant, y alerta de que no se pueden ignorar las críticas a la Ilustración aunque hayan sido hechas por filósofos de los que al final surgió la aberración posmo (advierte además, de que en la crítica "a los malos" se coincide muchas veces con posiciones de derechas, y hay que estar super atentos porque estas posiciones meten en un mismo saco "a los malos" y al feminismo).
Es aquí, en esta advertencia sobre la Ilustración, cuando me acuerdo de nuestro querido Hegel, con sus universales diferenciados y sus particulares libres, y en cuya lógica, en su filosofía, caso de ser comprendida, quizá pudieran encontrarse elementos superadores de la crítica posmo, por ejemplo la dicotomía sexo natural - biológico inamovible frente a sexo construcción social fabricada en el lenguaje, o bien todo el lío que se traen los posmowoketrans con las identidades y las diversidades, o el callejón sin salida del multiculturalismo, cuyo análisis y reforma es urgente para tener armas conceptuales contra la ultradrecha (que es el propio sistema postfordista) que azuza a la gente hacia el racismo y odio antimusulman, hablo de España y gran parte de Europa, como método de reclutamiento electoral, y frente al cual la izquierda está inerme, mostrando la debilidad intelectual y la hipocresía del multiculturalismo (polémica del velo islámico, demonización de la cultura musulmana), etc.
Como lo dijo el profesor Carlos Pérez, que Hegel es el más criticado de los no leídos, y por ello no entendido, bien podría ser que Hegel fuera crítico de las filosofías posteriores a él, en vez de ser criticado por ellos, que sería lo normal.
En fin, un motivo más para intentar entender las esencialidades de la reflexión, identidad, diferencia, diversidad, oposición, contradicción, y todo lo que sigue, y lo que antecede, que tanto juego dan en nuestra época, y en general toda la ciencia de la lógica, por si de ahí pudiera salir luz para ahuyentar sombras y deshacer líos que nos propone la academia fagocitada por el neoliberalismo posfordismo.
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